MADRE....como te decía a vos, y como me dice El...

    Me recuerda al Hogar...

     la intimidad...

    el lugar al que vamos, cuando necesitamos girar hacia adentro... 

    y girar hacia adentro me lleva a mi Mama...

    y a mi Juancho...único donde el amor se hizo carne, tripas, piel, donde la felicidad y el miedo  echaron raíces...

    y a mi Caro...y a mi Blanca, mi Bauty, mi Beltru, mi Beny, mi Ana...

    y a mi Lolito...deseando los retoños que amaré...

    y a mi Vic...y a mi Max,  mi Bernardita,  mi Toribio...    

    y a mi Leo...y a mi Brisa, mi Guille, mi Fran...

    y a mi Agos....y a mi Igna, mi Coty...

    y a mi Guille....deseando  retoños que amaré...

    y a mi Matteo....deseando retoños que amaré...

    Cuantos amores vividos, sentidos, cuan fuerte es la vida... cuando se siente tanto, acompañada de la Gracia de tener tantos amores...

Y en este atardecer tan pleno, tan colmado de jóvenes, niños, bebes, hace grandiosa esta Vida....gracias Madre, Abuela Felisa, Abuela Graciana, Abuelita Filomena....y mas....gracias, gracias, gracias...

                            

                        TIEMPOS ACTUALES...

 En estos tiempos actuales, es importante prestar atención a las nuevas formas de comportamiento que observamos a nuestro alrededor. Podemos aprovechar esta situación para aprender y mejorar nuestro bienestar interno y alcanzar nuevas realidades.

Sin embargo, como adultos, a veces nos dejamos llevar por miedos irracionales que pueden tener un impacto negativo en nuestros niños y en nuestra propia salud mental. Es fundamental permitir que los niños se muevan libremente, saltando, brincando, corriendo, trepando, sin obstáculos y sin miedo.

Si seguimos imponiendo restricciones externas e internas, los niños pueden llegar a sentirse aislados y desprovistos de amor, afecto y reconocimiento. Las prohibiciones gubernamentales pueden desencadenar miedos internos que hemos estado cargando desde nuestra infancia.

Es hora de dejar de lado estas limitaciones y permitir que el sentido común prevalezca. Debemos reconocer las necesidades de los niños y permitir que se muevan libremente sin temor. Al hacerlo, no solo mejoraremos nuestra salud emocional, sino también la de aquellos que nos rodean...

                gracias...gracias...gracias